Las personas somos pompas. Me gusta decir que somos pompas. Hay pompas grandes, pequeñas, extragrandes y extrapequeñas. Pompas que juegan a pillar, a la comba o al frisbee. Algunas pompas rompen con las leyes de la calle, otras, hacen las suyas propias, y otras simplemente se limitan a cumplir las leyes. Todas quieren relacionarse. Algunas pompas viajan lejos para olvidarse de lo que les rodea, otras, son fieles a su rutina. Unas se enamoran, otras odian, otras se matan, otras matan, y algunas pocas, viven la vida sin ganas. Existen las pompas que viven en una contínua fiesta, también las que les encanta el olor del café, como a mí. Pompas de jabón, de hielo, de amor y de ira. A algunas les gusta el jamón, a otras e melón y a otras, la sandía. A mi me gusta el coco y mi pompa preferida eres tú.
(photo: http://www.flickr.com/photos/kubina/50367241/)
Publicar un comentario