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Podría reconocer esta imagen en cualquier sitio. No sé que me ha pasado con esta tierra. Pero es oir las gaitas, las olas de las playa, o simplemente su acento, y me entra un cosquilleo en la barriga cual niña tonta enamorada. Pero este amor es distinto, no es hacia nadie en concreto, es hacia un lugar. Estoy segura de que poca gente podrá comprenderme. Pero creérme, no hay muchas cosas más satisfactorias que aterrizar bajo un espeso cielo lleno de nubes grises, con gotitas que para nada se acercan a lo molesto, esos 15 grados en verano, poco sol, verde, mucho verde, agua y musgo donde es casi imposible pensar que puede nacer vegetación. Lo cierto esque estoy enamorada de esta tierra. Saber que estoy en ella, me hace sentir en mi casa, aunque realmente no lo sea. Pero 7 años, que se dicen pronto, dan para mucho. Porque quiero volver durante mucho más tiempo, quiero crecer con ella! Jamás dejaré de amarla.

Galicia, sí, es única.